Más allá de que la cuarentena se extendió hasta el 24 de mayo en Argentina, se evidenció una mejora en varios territorios del país y por eso ya se empezaron a flexibilizar varias actividades. El deporte no es una de ellas y se mantiene totalmente paralizado, al igual que las clases, sin embargo, ya se piensan protocolos para cuando el contexto sanitario permita salir de la cuarentena y retomar una cierta “normalidad” diaria.

En Rafaela, el primer paso lo dio la Asociación Rafaelina de Básquet, por medio de una iniciativa de Diego Gramaglia, tesorero de la entidad y dirigente de Sportivo Ben Hur, para que las Divisiones Formativas puedan volver a los entrenamientos siempre y cuando sigan una serie de medidas estrictas de higiene y salubridad. La propuesta fue enviada a la Federación Santafesina, que la recibió con total aceptación y la elevó a la Secretaría de Salud provincial, para que pueda ser evaluada su factibilidad.

BASQUETOTAL conversó con Gramaglia sobre este proyecto y al inicio de la conversación el representante de la ARB manifestó lo siguiente: “A mediados de abril, inicié la propuesta al presidente de la Asociación para preparar los protocolos pensando en la vuelta de los chicos a los clubes. Ya en ese entonces, hablando con Luis (Silvano), tomamos conciencia que esto llegó para quedarse mucho tiempo y que la normalidad a la cual estábamos habituados no va a estar, al menos este año. Entonces de algún modo debíamos tratar de que los chicos vuelvan a estar en los clubes. Nosotros nos tendremos que adaptar a las nuevas condiciones y es por eso que hemos preparado este protocolo que se elevó a la Federación, y la misma lo hizo llegar al Ministerio de Salud de la Provincia. Por supuesto que no es el momento de llevar a la práctica esto, pero como vienen evolucionando las cosas tenemos bastantes expectativas que para mitad de año quizás podamos hacer alguna prueba piloto”.

“También tuvimos en cuenta lo que informó el Presidente, que excepto AMBA, el resto del país pasaba a la Fase 4 del período de aislamiento. Entendemos que cuando ya se pase a la Fase 5, donde no habrá restricciones nacionales y más del 75 por ciento de la población va a poder circular, bajo estrictas condiciones de limpieza y desinfección, se pueden ir autorizando otras actividades y creemos que ahí sería el momento propicio para que esto se pueda llevar adelante en la práctica. Por supuesto que dependiendo de cómo siga evolucionando esto, venimos de dos o tres semanas muy buenas en la ciudad y a nivel provincial, y de no aparecer nuevos casos las posibilidades son muchos más altas”, añadió el tesorero.

En lo que respecta al protocolo, Gramaglia especificó esto: “Son las mismas medidas que cualquier persona que hoy está en actividad está llevando a cabo en su empresa o en su comercio. La medición de temperatura por ejemplo no es algo que se haría en el club, sino que cada deportista debería hacerlo en su casa previo a una salida al club, en un lapso breve de tiempo antes de concurrir a la práctica. Entonces no se perdería tanto tiempo en esa acción cuando los chicos llegan a la entidad. Luego habría una barrera sanitaria en la llegada a la institución, o sea que habría que desinfectar el calzado que llevan los chicos y realizar un lavado exhaustivo de manos, mientras que el piso de la cancha tiene que ser preferentemente deportivo porque es mucho más fácil de lavar que otro piso. Las pelotas se usarán de manera individual, inclusive se contempla la posibilidad de que cada deportista se lleve una de su casa para mayor tranquilidad de él y de su familia. También antes de iniciar las prácticas, las pelotas se pasan por una batea que tiene agua con lavandina y se seca. Además, el piso fue lavado previo al entrenamiento de ese grupo, la cantidad de deportistas es limitada y no se permite la presencia de terceros (solo cuerpo técnico, los chicos y alguna persona responsable del club). Por supuesto manteniendo la distancia de aislamiento de dos metros durante toda la duración del entrenamiento, es decir que los chicos solamente pueden hacer técnica individual, es a lo único que apunta este protocolo”.

Después habló sobre cómo se desarrollarían los entrenamientos y expresó lo siguiente: “No puedo haber contacto, entonces no hay juego de conjunto o partidos. Solamente los chicos podrían estar sobre el campo de juego, donde se harían marcas a dos metros cada una entre sí, esperando su turno para desarrollar el ejercicio que el entrenador quiera llevar a cabo. Básicamente se trabajaría de esa manera, con tapaboca y además hemos contemplado la posibilidad de una lesión. Supongamos que un chico en una bandeja salta y cuando cae sufre algún tipo de esguince, de manera que hay que seguir ciertos protocolos para sacarlo de la cancha sin que haya contacto entre el entrenador y el jugador. Está bastante completo hecho el análisis y por eso desde Federación se dio el visto bueno y sin grandes modificaciones se lo llevó al Ministerio de Salud”.

Para finalizar, el dirigente hizo hincapié en la importancia de que los chicos se adapten a esta nueva realidad. “Tenemos que adaptarnos a la nueva realidad. Como no puede haber competencia, contacto, lo único que podríamos hacer, que el básquet lo permite, son entrenamientos de técnica individual. Mientras tanto los chicos tienen la posibilidad de salir de sus casas, de interrumpir este período tan extenso de aislamiento, ver otras caras, hacer deporte y de a poquito tener la ‘nueva normalidad’ que mencionó el presidente Alberto Fernández”, concluyó Diego.