No es habitual que en Basquetotal hablemos sobre la NBA o hechos que no tengan que ver con nuestro básquet. Pero esta noticia, el fallecimiento de Kobe Bryant, lo tiene que ver, y mucho. Kobe fue una fuente de inspiración en miles de chicos que decidieron sumarse al deporte soñando ser como él, un fenómeno tan solo comparable a lo que generó Michael Jordan en millones de personas a lo largo de todo el mundo, en un tiempo donde la globalización no era tal y ver un partido de NBA era casi un lujo.
Kobe tenía un don especial, y era que la gente lo amaba más allá de fanatismo por tal o cual equipo. El tipo era el más «Fiba» de todos los jugadores de la NBA, en el sentido que nunca mostró falta de respeto hacia el resto del mundo y siempre reconoció a los buenos jugadores, entre ellos a Manu Ginobili. «Estaba bastante enojado con Manu, porque si no hubiera estado ahí, tendría 10 anillos. Siempre fue uno de mis jugadores favoritos para enfrentar. Es extremadamente inteligente» había afirmado hace poco tiempo en el Mundial de China, donde fue espectador del subcampeonato mundial de nuestra selección.
Kobe fue lo más parecido a Michael Jordan en cuanto al juego. Sus movimientos eran increiblemente iguales, el afan por ganar también. En épocas donde el talento era más importante que lo físico, ambos llegaron a un escalón donde no todos podrán estar.
Es un domingo triste para el deporte mundial. Kobe Bryant ha sido un símbolo para una generación entera. Hoy se convirtió en leyenda.